Tauma, del griego maravilla, y tropos, del griego acción de girar.
Londres 1825, el Dr. Fitton inventa el taumátropo que comercializa J.A Paris. Se trataba de un disco o rectángulo de papel sujetado a los dos extremos por unos hilos, de tal manera que estos se pudieran remolinar entre el dido pulgar y un otra dedo. Las dos caras del disco presentaban dibujos diferentes y complementarios (ej.: una jaula y un pájaro), de tal manera que si a este se le imprimía un movimiento de rotación rápido, las imágenes se convertían en una sola y conexa en nuestra retina.
