Un ratón grande se queda atrapado dentro de una rueda de queso enorme y deja solo a su hermanito. El pequeño se muere de hambre, debe cuidarse solo y enfrentarse a un gato terrible. Mientras tanto, el hermano mayor se vuelve loco con tanta comida, y el queso se va convirtiendo en su palacio. A pesar de que vive como un rey, el roedor debe tener cuidado: no debe olvidar que cada mordisco le acerca a su casa, pero también le acerca a un gran batacazo.
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